viernes, 27 de junio de 2008

Crucificado en su corazón

Aurora boreal, guia mis pasos de alma en pena, crucificado en un corazón, que jamás mereció mi vida entera, que no haya más sacrificios, que los que fueron tan solo dilemas, que no derrame más sangre, por un meta sin trofeo ni razón.
Estoy envuelto en la diadema del odio, ya no puedo pensar con ambición, tan solo vivo y muero entorno a esta ira, que me lleva por el sendero del deshonor. Aulléntame tú! que todo lo ves, haz que huya de esta ilusión encriptada en una hurna invisible, agarrame de los cabellos y empujame a la luz del más bello lucero, que te lo agradeceré con creces, en mil vidas vividas.
Laboro merced a un pecado no concevido, maldito me lamento y maldito me comenta la gente al pasar por mi lado, no encuentro las palabras que guian mis pasos, estoy crucificado en su corazón, sin poder respirar, pues el desdén de su persona, cada segundo lo convierte en eternidad, como el glaciar eterno que nunca dejará ver, un amor más hermoso, que el vivido con ella, que el vivido dentro de su ser

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