miércoles, 25 de junio de 2008

Paris

Hoy no voy a recitar ningun poema, es más bien una vivencia, solamente, la semana más hermosa de mi vida, está latente en mi interior, hermosa es Paris, hermosa es, de volver, mi ilusión. Paseando por el Boulveard de Clichy, te encuentras con el Moulin Rouge, el que fue antro de mujeres, sedientas de amor carnal, es hoy un punto usual, de encuentro, para el romantico soñador. Empiezo a subir la cuesta, que me llevará al Sacre Cour, ¡Que vista de ella, que se desnuda, al saber, que unos miles de voyeurs, la observan como, altiva y hermosa, se levanta de las catacumbas de la noche de luz, que deja atrás. En Montmartre se esconde la esencia, de quien es un bohemio subrealista, pues alli todo tiene sentido, y carece del mismo, no transcurre el tiempo, mientras oyes un organo sonar, y una melodia cantada, por una francesita hermosa, te embriaga de pasión, y te aventura a desvestirla, completamente.

Se levanta majestuoso el Arco del Triunfo, que mira hacia la Concordia, se mandan mensaje de amor, llevados por los Campos Eliseos, que, como Cyrano, se muestran ausentes de gloria, pero benditos, por quienes saben, que en ellos, se esconde la verdadera belleza parisina. Oh! no me puedo olvidar de ti, hermosa torre que todo lo ves, y que, dulcemente, todo lo callas, no puedo olvidar de aquella noche, que penetré en tu interior, para que me mostrarás, el camino que lleva a mi hogar, para que me acariciarás con tus cabellos, movidos por el viento. Dicen que te conservas bien, aunque seas veterana, pero ya sabes lo que dicen por ahi, que, de moda estan, las divinas maduras.

¡Que envidias tu, hermoso Lovre, que en ti, la inteligencia y el arte fluye sin más, que envídias de los demás, si famoso eres en el mundo entero, pues todos se arrodillan ante tu intelecto y tu saber!

No quiero volver, quiero quedarme aqui contigo, París, pues para muchos serás la ciudad de las Luces, para otros, una ciudad nada más, pero para este poeta que escribe, eres alguien especial, como la bella virgen desnuda, que camina hacia el altar, pues, en París, deje mi antigua vida, y empecé, en la palabra, a caminar...........Te quiero, Paris.

Volveré a verte..............espérame

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