Escucha un segundo mi lamento, antes de que te vuelvas a marchar, que desde hace unos dias, contigo, no he dejado de pensar. Antes de que cierres la puerta de nuestro cielo, dejame ahogar, en estas palabras, mi pensamiento.
Soy sinceramente tuyo, hablando unicamente, de los momentos, que les robabamos a las estrellas, las gotitas que no llegaron a ser fugaces, para ser esperanza de ese niño ilusionado, que se encuentra atrapado en mi.
Estallaban las caricias, al rozar tus cabellos, y acariciandolos, me perdia en miles de besos, que me dabas al despedirnos en la noche. Donde quedarán esos momento si tu te vas, no dejes morirme de dolor.
Soy sinceramente tuyo, todo lo que poseo y lo que soy, nada ni nadie sabe lo que estoy sintiendo, tan solo la Luna, que me consuela en mi llanto eterno, al saber que amarme, jamás podrás.
Antes de que te vayas, dejame que te diga, que te encontre y no he dejado de pensar en ti, que tu me has llenado la vida y la muerte, con tu sonrisa de plata, con tu delicada piel, con cada poro de tu cuerpo, que besé.
Ahora se que te iras, sigo siendo sinceramente tuyo, dime, sirena , si volverás, pues en la decadente estrechez del paso que lleva a la eternidad, te esperaré.
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