Ese trozo de alma viva, que pasea por la playa, es la mujer de mis sueños, que, en el mar, se baña, al romper el alba, con su desnudez como bandera, irritando a las sirenas, que recelosas, callan sus cantos, al verla, nadando, tan hermosa. Estoy escondido entre las cañas del deseo, apuntalando mi mirada, en sus desnudos senos, el silencio se quiebra, con el salto del lucero , y la maravilla más preciada, se tumba en la humilde cala, para, su piel, secar.
Estas sola en el universo, más yo actuo como Dios, observandote, deseoso, de amor. De pronto, algo me impulsa a andar por el sendero de la cala, y bajar hasta tu improvisada cama, te pregunto si estás bien, admirando tu hermosa desnudez. Me mirás como voy acercandome, parece que no te importa, y te levantas, deseosa, de abrazarme, tambien. Dios! ¿Este es el milagro del amor? ¿ Acaso estoy soñando? Triste poeta, me dices, estas en mi sueño, y te deseo, desde el día en que vi tu sombra, siguiendome por la calle, intentando saber más de mi persona. Como puedes ser tan tímido, prosigues, y de pronto, me callas con un beso........Ni sentimientos, ni deseos, ni sueños, ahora mismo, somos únicos en el universo, desnudame mujer el cuerpo, que el alma ya me la desnudaste la primera vez.
Hicimos el amor en la playa, hasta el infinito, no hay tiempo, ni espacio, ni nada, tan solo nuestros cuerpos, la pasión y el desenfreno. La desesperación de un hombre enamorado, se ha convertido en fruto de sentimientos vivos, en nuestros corazones......... La diosa que tengo entre mis brazos, eres tú, mi amor eterno..............espero ser yo, para siempre, el trobador de tus dulces besos..........


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