Dulce melodia

Que hermosa eres cuando sonries! Alegras el cielo, nublado, y lo tiñes con estrellas, que sacían la sed de amor del mundo, incrustada en la luz de tus pupilas. Princesa de cuento de hadas, ayudame a ser tu dueño, entregame el beso tan reservado, para tu futuro esposo, que merezco tal presente, pues como yo te quiero, jamás lo haran, y olvida lo que diga la gente, pues me llaman loco, necío o desvalido, mas yo quiero morirme, morirme en tus gemidos, rotos por la noche de pasión, en la cual nos sumergimos tú y yo. Pues con un beso arde la vida, y con el amor, la ilusión, mas contigo, quiero tener hijos, y que todos tengan la dulzura de tu voz, la mirada con la cual me enamoraste, la alegria de tu sonrisa, la pasión de la niña de mi poesia.

No puedo mirarte a los ojos, pues me hechizas, princesa, y no es que no quiera ceder a tus encantos, solo quiero que me veas, y pienses, que el poeta que escribe estas lineas, es un loco enamorado, que suspira cada noche por tus manos, que le vengan a acariciar, pues el sendero oscuro, que me lleva hasta tu cama, me acechan peligros, que debo evitar, como la soledad, la tristeza y la locura, mas benditas serán, si me vienen a invadir, en la dulzura de tu persona, pues bendita la soledad más triste y loca, si es contigo, hermosa niña.