Caen destellos en el lago de mis recuerdos, en el que nadas desnuda, vestida con tu sonrisa más deslumbrante y, más preciada, surgida de las bromas que antaño, mi amor, te complacía. Me coges del brazo, y me bañas de oro, con las lagrimas de fuego que, el Fenix de nuestra unión, dejo como broche en tu cuello, y me acaloras el cuerpo, con tus besos sensuales, que marcan las cicatrices, que todo el mundo quiere sentir.
No tengo explicación a este momento, tan solo, quiero ahogarme en este lago tan inmenso, haciendote el amor por todo el universo, amandote solo a vos, hasta la eternidad, y si bien me regalan, hasta las vidas pasadas y que pasarán.
Lagrimas de fuego queman nuestras vestiduras, amemonos una vez más, sienteme como tu sombra, aquella con la que discutes a solas, con la que te acaricias el vientre e imploras, aguarda la noche, para desplegar mis alas blancas, que quiero poseerte, amor mio, tu cuerpo y tu alma.
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