Por tu nombre, he combatido, más de mil batallas, contra los pensamientos lascivos, que un hálcon vino surcando el cielo, y me confesó quien era el dueño de tu amor, y volvió él, algo altivo y te dijo, que el mejor postor de tu alma, era este poeta, que escribe la carta.
Dijo el gran ave, que el agua tiene un color púrpura, pues rios de sangre he derramado, para llegar hasta tu persona, cuantas trampas he esquivado, cuantos demonio habré dado muerte, para llegar hasta tu ventana, y poderte besar. Dame el bálsamo para mi heridas, un beso de tus labios, y una carícia, que crispe todo mi ego, hasta dejarlo enamorado, por el veneno benigno de tu amor
Me rindó ante tu hermosura, y caigo en el embrujo de tus senos, que me miran, y me incitan para poder beber del sabor que emanan, como cántaros de la fuente de juventud eterna, donde me posee el cuerpo, y me destroza la mente, y solo hago que pronunciar, como un poseso, tu nombre.
Cae una lluvia de rosas rojas, al hacer, contigo, el amor, y llenan la cama, de fragancias silvestres, como silvestre eres tú, pues, indomable señora, eres tan pura como nuestra madre naturaleza, tan linda como un paisaje veneciano, tan linda..........como la sonrisa de un niño......tan hermosa, como mi vida, a tu lado


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